El pueblo de Rojas, al igual que toda la sociedad argentina, se mostró conmocionado con el femicidio de Úrsula Bahillo a principios de este mes. La joven de 18 años fue atacada por su ex pareja, el policía y femicida Matías Martínez. Luego de esto y de las reacciones y manifestaciones realizadas en todo el país, muchas mujeres se animaron a denunciar por hechos de violencia de género a policías violentos y las autoridades comenzaron a tomar cartas en el asunto. Esta vez sucedió en Zavalla. 

El lunes de esta semana, la Agencia de Control Policial detuvo a Omar Alfredo C., un policía que reside en la localidad vecina de Zavalla y que, según fuentes oficiales, posee un cargo de subinspector que desempeña en la ciudad de Rosario. Entre los episodios de hostigamiento de los que se lo acusa, le había enviado más de 20 cartas a su expareja.

La detención fue ordenada por la fiscal de la Oficina de Violencia contra la Mujer, María Teresa Granato y, al llegar al domicilio del efectivo, descubrieron que además de las 15 causas relacionadas a violencia de género y al gran número de violaciones a prohibiciones de acercamiento, también tenía en su poder cinco armas que no había declarado, ni registrado: tres pistolas y dos revólveres de distinto calibre, todas con una importante cantidad de municiones. 

Luego de ser detenido, el policía quedó en prisión preventiva.