Hace ya más de 19 años, el 12 de julio de 2020, se escribió una de las historias más horrendas y tristes de la historia de Arequito. Stella Maris Godoy, una joven que trabajaba por ese entonces en el frigorífico local, fue brutalmente asesinada por un compañero que la acosaba a diario. El tiempo pasó pero la herida sigue abierta.

Godoy era oriunda de la localidad entrerriana de Victoria, donde hoy descansan sus restos, pero había adoptado al pueblo santafesino como su segundo hogar. En aquella noche invernal fue salvajemente atacada por un hombre que le provocó la muerte, llegando a golpearla en la cabeza con un bloque de cemento.

Horas más tarde se inició la búsqueda de la joven porque su novio se enteró que no había llegado al trabajo esa mañana. Sus familiares viajaron desde Victoria temiendo lo peor y en las primeras horas del día siguiendo al femicidio, los bomberos hallaron el cuerpo de Stella Maris en una trapera a tres kilómetros de Arequito. 

El pasado lunes, Diana, su hermana, la recordó con las siguientes palabras: "Hace 19 años atrás a mi hermana Stella la mataron, y desde allí mis padres están muertos en vida! Mis hermanos y yo la recordamos tal y como era, una persona amorosa, simpática, humilde, luchadora...hoy sólo vivimos de recuerdos! No la olvidemos..."

A 19 años del femicidio de Stella Marís Godoy, rendimos este pequeño homenaje para recordarla y recordar este tan triste episodio que vivió nuestra localidad, que aún al día de hoy parece seguir dormida... ¡ Que no se quede mi pueblo dormido nunca

El Colectivo Feminista de Arequito elaboró un relato de la noche del horror que cada año se difunde para no olvidar el calvario que vivió aquella joven y que terminó de la peor manera porque nadie se comprometió a ayudarla.

Tengo 27 años. Trabajo en el frigorífico local. El día 12 de julio de 2002, 7:20 de la mañana, salí de mi casa caminando hacia mi trabajo al que nunca llegué. Decidí hacerlo caminando, ya que cuando lo hacía en bicicleta siempre aparecía la cubierta cortada. Entonces desistí de usarla. En reiteradas oportunidades cuando me ponía mis botas de trabajo estaban orinadas, en mi comida había apositos femeninos y una amenaza de mi compañero de trabajo "vas a aparecer muerta en una cuneta con el culo rota", era algo cotidiano con lo que me encontraba en mi trabajo.

Desde ahí, ese día a las 9:00 de la mañana llaman a mi novio preguntando porque no había asistido, conociendo de mi situación laboral .

A las 10 de la mañana denuncian mi desaparición, para actuar la Policía debe esperar 24hs . Mi familia, que vivía a 500 km viene en camino. Ellos sabían que no iba a irme de un día para el otro, ni faltar al trabajo. Fui 4 años y sólo falte 2 sabados y medio dia. Mientras tanto mis amigas, mi novio y su familia siguen con mi búsqueda. Recuerdo ese día, hacia mucho frío. El comisario se comunica con mi novio preocupado; yo no aparecía, y conociendo mi situación laboral pensó: " quizás está atada en algún lugar, quizás le quisieron jugar otra broma de mal gusto". En su auto con mi novio y dos personas más salen a buscarme.

02:00 los bomberos inician un rastrillaje de búsqueda.

05:20 me buscan en una tapera a 3 kilómetros del pueblo. Todos estaban cansados, pensando tantas cosas y deseando encontrarme, yo estaba ahí pero no me vieron

06:10 suena el teléfono confirmando la peor noticia. Todos mis sueños y anhelos de vida habían terminado.

Tras ser detenido, mi femicida declaró ante la justicia que me subí voluntariamente al auto y que me mató porque quise tener relaciones sexuales y él se negó.

La mañana del 12 de julio, 08:20 hs, después de haberme asesinado se presentó a trabajar . Tengo un golpe en el ojo y en la sien, un corte punzocortante. Un bloque de cemento de 13 kilos, que arrojaron en mi cabeza con saña, me ocasionó 22 fracturas en el cráneo, sin contar las del maxilar inferior. Dejó todas mis piezas dentales rotas y me produjo la muerte.

Mi cuerpo descansa 3 metros bajo tierra en Victoria, Entre Ríos.

Hace 18 años que vivo en el recuerdo de todos los que me conocieron. Cada cumpleaños, en cada aniversario, cada día y cada ocasión especial estoy con ellos. No de la forma que quisiera, porque me quitaron la oportunidad, y recordarme es la mejor manera de darme vida.

Lo cuento yo porque Stella Maris Godoy Meoniz ya no puede.

#ProhibidoOlvidar