Una vecina del barrio Granaderos a Caballos mostró su hartazgo por los ilícitos que se producen en su vivienda en el momento que nadie se encuentra. Sobre todo en horario matutino. En esta semana volvió a sufrir el hurto de la garrafa que utilizar para la cocina. No es la primera ni la segunda vez que le ocurre. Ya fueron 17. Insólito.

Mónica y su familia no pueden tener ni un poco de paz.  "Ayer volvi a mi casa, quise encender la cocina y no prendía. Me robaron otra vez la garrafa. No es la primera ni la segunda ni la tercera. Van 17 veces que me pasa lo mismo", se quejó en los micrófonos de Radio Casilda. Pese a que hay rejas y cadena para evitar el ingreso del intruso, siempre encuentra la forma de salirse con la suya.

Si bien no recuerda bien el momento en que comenzaron los robos, sí tiene bien identificado al sospechoso, porque una vez lo vio huir con una garrafa a cuestas. "La última vez que compré un tubo vacío lo tuve que hacer en cuotas semanales por el costo que tiene. Es mucho el esfuerzo. Y los delincuentes la roban para ofrecerla por 500 pesos", sintetizó.

El último hecho ocurrió a plena luz del día, pero nadie vio nada. Mónica ni siquiera realizó la denuncia por impotencia y porque en una ocasión anterior pasó un mal momento. Fue hasta la casa del supuesto ladrón y recibió una contradenuncia de la madre del joven por la acusación. 

Además del hurto de los tubos de gas, también tuvo faltante de otros elementos, como zapatillas y bicicletas. Incluso le han sacado hasta macetas con plantas. Su pedido desesperado es que estas acciones tengan un punto final.

Monica, vecina de Granaderos a Caballo