Luego de la reunión que se proyectó a principio de semana con todos los delegados de los clubes que integran la Liga Casildense, se redactó un procedimiento que se tendrá en cuenta si vuelven a darse hechos de violencia. Cada institución se comprometió a colaborar y a trabajar junto a las ternas arbitrales que impartirán justicia.

En una primera aclaración se dejó sentado que “ante algún hecho que amerite la interrupción del juego por parte del juez principal, se procederá utilizando dos mecanismos”. Además se remarca que no habrá tolerancia para quienes muestren estos comportamientos, ya se hacia jugadores, delegados, cuerpo de seguridad o público en general.

En la primera advertencia, el árbitro tendrá que detener el juego, identificar a la persona exaltada y solicitarle de manera cordial que revise su conducta. Al mismo tiempo, le tiene que comunicar al delegado del club para que colabore de la manera en la que lo crea conveniente.

Si las agresiones se repiten, el procedimiento será más drástico. El árbitro tendrá la autoridad de hacer intervenir a las fuerzas de seguridad, quienes retirarán a la persona del predio para que el partido pueda continuar. De haber una negativa, se suspenderá definitivamente la jornada y se labrará un informe girado a la Liga Casildense de Fútbol.