Luego del trágico suceso ocurrido el 11 de septiembre pasado en el km 330 de la Autopista Rosario/Córdoba, donde resultó fallecida una persona, la Asociación Compromiso Vial emitió un duro comunicado diciendo:"exigimos respeto, porque mientras una familia lloraba la pérdida de un ser querido, otras ruegan la salud de quienes se encuentran batallando por su vida, el Sr. Osvaldo Aymo declaraba en la televisión que las personas hacían todo mal. Durante casi cuatro años de gestión por lo menos hubiese realizado campañas de educación y sensibilización".

Comunicado:

Promover la prudencia como una conducta siempre ha sido algo instintivo en el ser humano. Prevenir significa tomar precauciones y esa idea la hemos recibido desde nuestros ancestros, hasta como una cuestión lógica de supervivencia.

“Más vale prevenir que curar” reza un refrán que habla de cuidar, de proteger. Conceptos que conllevan una actitud y una conducta responsable, hoy parecen estar siendo permanentemente atacados, por lo que debemos defenderlos.

Prevención no es gastar, tampoco es perder el tiempo. Cuando en declaraciones públicas la autoridad máxima de la seguridad vial de Santa Fe, provincia que tiene uno de los índices de siniestralidad fatal y grave más alto del país, expresa que “nada se podía hacer” ante el trágico suceso ocurrido el 11 de septiembre pasado en el km 330 de la Autopista Rosario/Córdoba, donde resultó muerta una persona, tres se encuentran con heridas graves entre lo que se hallaba una menor de 7 años y otros tantos con politraumatismos y heridas leves. 

De forma categórica y enfática sentencia que son imprevistos, que el problema es que los conductores se asustan, no saben qué hacer y por lo tanto provocan estos desastres. El primer sentimiento es de impotencia. Impotencia porque si un funcionario público conoce cómo se debe accionar en determinadas situaciones y no lo comparte con la población mediante capacitaciones o campañas de sensibilización lo que está haciendo es no trabajar en la prevención de hechos tan graves como el de que las personas pierdan la vida.

Reconociendo que si los conductores hubiesen actuado de otra manera el desenlace hubiese sido distinto, deja en claro que lo sucedido no fue un accidente, sino un hecho evitable. Entendemos que existen situaciones climatológicas que pueden llegar a ser impredecibles, pero estamos convencidas de que se deben generar protocolos de acción donde ante determinadas situaciones los modus operandi hayan sido pensados con anticipación.

Además, exigimos respeto, porque mientras una familia lloraba la pérdida de un ser querido, otras ruegan la salud de quienes se encuentran batallando por su vida, el Sr. Osvaldo Aymo declaraba en la televisión que las personas hacían todo mal, mientras explicaba cómo se debe proceder. Entonces, ahí es donde se cae su discurso de que nada se podía hacer, ya que si durante estos casi cuatro años de gestión por lo menos hubiese realizado campañas de educación y sensibilización, quizá se hubiesen evitado muchos siniestros.

Quienes no pueden asociar y entender el tema vial con y desde la prevención siempre encuentran excusas, siempre tienen a quién acusar, y lo peor nunca se ven involucrados en el hacer para que la comunidad defienda también la prevención y hagan de esa decisión una conducta de vida. No nos resignamos porque las cosas no son así, están así, pero es con compromiso y sin cinismo que serán cambiadas.

Por memoria, por amor, por compromiso seguiremos luchando y pidiendo ni una muerte vial más.