Cerca de las 11.30 de esta mañana, efectivos de Gendarmería Nacional detuvieron a una sub oficial que desempeñaba sus funciones en las oficinas que el 911 tiene en la ciudad. Es sospechosa de actuar en la serie de ilícitos que culminaron con la muerte de Franco Casco en octubre de 2014. El joven, oriundo de Florencio Varela, había visitado a sus parientes en Rosario. Fue allí que desapareció para luego aparecer sin vida en aguas del río Paraná.

Por el caso, la Justicia ordenó la detención de 31 personas posiblemente involucradas, entre las cuales estaría esta mujer. El juez federal Carlos Vera Barros, quien atiende la causa, fue quien dio luz verde a los allanamientos que realizaron los uniformados en diferentes puntos. La investigaciones apuntan contra el jefe de la seccional 7ª -ubicada a pocas cuadras del a Terminal de Rosario-, el personal de guardia de la comisaría y el director de Asuntos Internos de Santa Fe.

Casco, un peón de albañil que al momento de su muerte tenía 20 años, permaneció 22 días desaparecido antes de ser hallado sin vida en el río. En el expediente de la causa se indicó que fue apresado y alojado ilegalmente el 6 de octubre por personal de la mencionada dependencia policial. 

Los uniformados aseguraron que la detención se dio por resistencia la autoridad, pero tras el hallazgo del cuerpo su pidió el traspaso de la causa a la Justicia Federal por desaparición forzada de persona, lo cual se concretó en diciembre de ese mismo año. En declaración vertidas en el portal Infobae.com, Vera Barros hasta se atrevió a poner en duda de que el cuerpo que le entregaron a la familia haya sido el de Casco.