Millones de pacientes esperan en el mundo que suene su teléfono con la noticia más deseada: la confirmación de que se consiguió el órgano que necesitan para ser trasplantados. Para muchos de ellos, de esto depende su vida. Un grupo particularmente vulnerable es el de aquellos que requieren un nuevo corazón. En la actualidad, se estima que más de 100 mil personas están en la lista de espera para un trasplante cardíaco a nivel global.

La situación es compleja ya que por la escasez de órganos y el acceso con prioridad de los pacientes críticos, más de la mitad de los trasplantes se realizan en este grupo. Esto limita aún más la disponibilidad de órganos para quienes esperan fuera de la internación; es decir, aquellos que podrían ser tratados cuando aún no desarrollaron un cuadro de mayor gravedad.

Este martes 27 de febrero se conmemora el Día Internacional del Trasplante de Órganos, una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos, una acción que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para miles de personas.

“Donar órganos es un acto altruista que trasciende fronteras culturales y nos devela y enfrenta a valores éticos y sociales. Este gesto no solo impacta en el paciente que recibe el órgano y en la familia de la persona donante, sino que también contribuye a fortalecer el tejido social”, destaca la doctora Rocío Baro Vila, miembro del servicio del ICBA que tiene a su cargo los trasplantes cardíacos.

La labor médica coordinada y multidisciplinaria también es fundamental no sólo en la realización del trasplante cardíaco, sino también en la atención de los días previos y posteriores, para que los pacientes lleguen en condiciones cuando aparece el órgano.

En Argentina, todos los mayores de 18 años son donantes de órganos, a menos que expresen lo contrario. Esta figura del “donante presunto” fue establecida por la Ley Justina, sancionada en 2018 en memoria de Justina Lo Cano, quien falleció a los 12 años esperando un trasplante de corazón. 

La norma simplifica el proceso de donación y constituye un apoyo legal en un tema sensible que demanda una conciencia colectiva en la toma de decisiones éticas. El acceso al trasplante es un derecho, en el que juega un rol clave el INCUCAI, que es el organismo que impulsa, regula, coordina y fiscaliza las actividades de ablaciones y trasplantes de órganos, tejidos y células en nuestro país.

Más allá de eso, la tasa de donación en la Argentina es de 16.5 donantes por millón de habitantes, inferior a la de países como España, que lidera la donación con 47 donantes por millón de habitantes, casi el triple.

De cara al futuro, este Día Internacional del Trasplante de Órganos es una oportunidad para educar, concientizar y movilizar a la sociedad hacia un escenario en el que la donación de órganos sea un acto natural y respaldado por todos.