Con la premisa de adecuar las condiciones actuales a la infraestructura con la que cuenta la distribuidora eléctrica provincial, se adoptó un nuevo plan para atender situaciones de contingencia que pudieran generarse dentro del ámbito de la organización. El mismo contempla el contexto energético nacional y las nuevas reglamentaciones.

Según el reciente presidente de la EPE, Mauricio Cuassi, de ahora más "se adaptan las herramientas de la red de media y baja tensión, incorporando niveles de alerta que permitan acciones correctivas o preventivas sobre las instalaciones frente a determinadas situaciones". El fin, claro está es reducir al máximo los efectos adversos en un verano que se anticipa con calor y, seguramente, alto consumo domiciliario.

Dentro del nuevo plan, la EPE también consideró las limitaciones que puede imponer la pandemia, en términos de disponibilidad de personal, su desplazamiento y necesidad de atención primaria.

La resolución aprobada asegura que se establecerán acciones para superar la contingencia, medidas previas, comunicaciones internas y externas, evaluación de las tareas de normalización y de la post contingencia.

Actualmente, la EPE opera con 74 estaciones transformadoras a lo largo de toda la bota, más de 54 mil kilómetros de redes de alta, media y baja tensión, y más de 20 mil centros de transformación de energía. Todo ello para abastecer la demanda de alrededor de 1.400.000 usuarios.