Para algunos el fin de año representa la oportunidad de cambiar de aire y tomar un pequeño respiro. Aunque el contexto económico actual está dejando poco margen para que las panaderías locales se sientan aliviadas. A partir de enero se viene otra suba pronunciada en la tarifa de luz, el gas va por el mismo camino y las bolsas de harina parecen no tener techo.

La Secretaría de Energía de la Provincia autorizó el incremento en las boletas de la EPE, que será en forma desdoblada. 20% desde el 1 de enero y 9,2% más en el tercer mes del año. Las pequeñas y medianas empresas son las que más van a sufrir este revés y siguen reclamando por una tarifa diferencial. Para colmo, no tardará en llegar la actualización en el gas.

Si bien en el mes de diciembre no hubo grandes modificaciones en los precios que exhiben al público, la inestabilidad en la cotización de la harina mantiene en alerta a los empresarios. Solamente en los últimos doce meses, la bolsa se elevó entre 110 y 130% dependiente el tipo de materia prima.

Lo cierto es que hubo un cierto repunte en la ventas para las semanas navideñas. Los productos típicos de la época ayudaron a balancear las finanzas, pero el gran temor comenzará con la temporada estival. Enero y febrero son meses magros, y marzo también pinta complicado porque se prioriza la canasta escolar.