La acumulación de reservas es uno de los objetivos que marca la dirección de la gestión de Sergio Massa al frente de Economía. El anuncio e implementación del dólar soja fue la salida más rápida que tuvo en este momento para defender esa premisa inicial, mientras que por medio del ajuste de las cuentas públicas intenta asfaltar otra parte del mismo camino.

Suba de tasas, ajustes macroeconómicos, acuerdos políticos a nivel local y ahora también en el exterior, son algunas de las recetas que siguió el líder del Frente Renovador para evitar el mismo final que sus antecesores. Lo hecho en el inicio de su corta gestión le alcanzó para acomodar las variables que amenazaban con desestabilizarlo, pero eso todavía lejos está de traducirse en una estabilidad económica.

La implementación del denominado dólar soja atendió la demanda de los exportadores del agro que presionaban con una devaluación pese al exponencial crecimiento de los precios a nivel internacional. Desde el lunes 5 el gobierno nacional comenzó a cambiarles 200 pesos por cada dólar, un cálculo que destrabó las liquidaciones y llevó al desembolso de silos.

En cinco días el sector liquidó más de 2.000 millones de dólares, un ritmo que anima al gobierno a pensar que el dato estará incluso por encima de los 5.000 millones que calcularon para finales de septiembre. El interrogante que se plantea a partir de este escenario, es si la medida tendrá carácter provisorio o si llegó para quedarse.

Devaluación controlada

En diálogo con Rosarioplus.com, el economista y analista financiero Federico Fiscella evaluó la posibilidad de que esta medida tenga una prórroga y sostuvo: “Es probable. En un momento en el que el precio de los granos es excepcional, se la da un premio a nivel local cuando el resto de los países hicieron lo contrario. Lo que ha resuelto esto es el poder económico en Argentina. Al Estado lo que le quedó fue pedir a esos sectores que contribuyan ofreciendo este incentivo”.

Consultado sobre la posibilidad de que esto evite o sea el puntapié hacia un proceso devaluatorio, respondió: “Esto es un punto medio. El camino de la devaluación controlada es un poco esto. Arrancar con tipo de cambio diferencial tratando de no tener un shock inflacionario y si te sale bien empezás a achicar la brecha. Son desdoblamientos sectoriales para llegar a un desdoblamiento y que no exista más brecha”.

Desde el gobierno nacional (en on the record) rechazan cualquier posibilidad de devaluación e incluso el propio Massa reconoció que no puede atender la demanda de otros sectores que piden tener su propio tipo de cambio diferencial. Su explicación fue que, a diferencia de la soja, hay productos que se consumen de manera masiva a nivel local y quedarían sujetos a la convalidación de un dólar mucho más alto que el actual. En otras palabras, aplicar un dólar diferencial para cada sector no solo sería desprolijo, sino que fijaría una referencia más alta para precios locales.

Endeudarse para acumular

Pero el incentivo para los liquidadores también implica un costo en términos reales para el Estado. En ese sentido, Fiscella explicó: “Hay una mercadería en stock que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tiene valuada en 140 pesos, pero está pagando 200. Eso genera un perjuicio que se soluciona provisoriamente con un bono que el tesoro le entrega al BCRA para compensar la diferencia. Eso es deuda para el tesoro”.

Es decir que lo que ahora se presenta como un incentivo exitoso, a la larga demandará atender con más deuda. Se trata de los desequilibrios que van generando las medidas de emergencia. De hecho, a la par de esta decisión, el gobierno nacional sigue afinando el lápiz para recortes presupuestarios en áreas sensibles, aunque cada vez queda menos margen. De hecho, durante la semana tuvieron que dar marcha atrás con una disposición que establecía incompatibilidad entre el programa Potenciar Trabajo y las Becas Progresar.

Y ahora, ¿qué?

Por último, Fiscella anticipó los pasos que dará el gobierno para complementar el dólar soja. Es que el dinero que obtengan de más los exportadores pueden tener como destino la especulación y la presión sobre el dólar blue. En ese sentido, deslizó: “Está muy fuerte el rumor de que el Banco Central anuncie tasas por arriba del 100%. Alguien que tiene los pesos declarados, probablemente vaya al dólar bolsa, pero el gobierno está interviniendo mucho en ese mercado, ahí no pierde tantos dólares”.   

Según el analista, desde el gobierno estarían esperando el dato de inflación que se conocerá la semana que viene para avanzar con esa fuerte suba de tasas. El índice de precios de agosto va a estar más cerca del 7% que del 6%, y la tasa al 100% tendría más que ver con el dato inflacionario que se proyecta para fin de año. “Es una herramienta concreta. Esto efectivamente puede enfriar la economía, pero es una manera agresiva de defender el peso”, sintetizó.