Celeste fue la primera joven en radicar una denuncia por abuso contra el responsable de un geriátrico de la ciudad. Esta mañana, al imputado se le concedió una medida cautelar no privativa de la libertad debido a que, de las seis acusaciones que pesaban sobre sus hombros, sólo quedó en pie la que inició la investigación. La querellante expresó su descontento.

"Le rogué al juez para que no lo dejaran en libertad. A mi no me ofrecieron ni siquiera un botón de pánico", detalló Celeste en Radio Casilda, algunas horas luego de conocer la determinación del juez Carlos Paretto. Según el relato de la joven habría pruebas suficientes para condenar a su supuesto abusador, pero se fueron cayendo las denuncias que se desencadenaron en su contra. Otras de las víctimas no se presentaron a declarar y algunas presentaron inconsistencias en sus relatos.

De esta manera, Emanuel R., que cumplía prisión preventiva por abuso sexual simple, ahora tendrá una cautelar no privativa de la libertad. Más una orden alejamiento de quien lo denuncia por el plazo de 60 días. Además, las partes acordaron que tendrá que fijar un domicilio fuera de la ciudad de Casilda.

Más allá de este mal trago, la defensa de Celeste, en representación de doctor Fernando Moschini, apelará y pedirá que sigue adelante con la causa de su clienta. "Creo que las pruebas que hay son suficientes. No se que es lo que están esperando para condenarlo. Si pretenden que venga y me lastime. No nos están cuidando", relató la joven. Quien describió al sospechoso como una persona "de malas reacciones" y que ejercía amenazas mediante llamadas telefónicas.

"No voy a caminar tranquila hasta que esta persona vuelva a estar presa. Nadie me asegura nada", sentenció.