El 6 de agosto se cumplieron 10 años de una tragedia que pudo evitarse en Rosario, la de Salta 2141, donde 22 personas perdieron la vida en la explosión. La familia de Débora Gianángelo sigue golpeando puertas pidiendo justicia. "Esto era la crónica de una muerte anunciada", dijo Adrián, hermano de la víctima más joven y oriunda de Arteaga que estudiaba en Rosario.

Débora, mientras cursaba sus estudios, vivía en el departamento 3 "C" de Salta 2141 y ese 6 de agosto del  2013 su vida se apagó. Desde ese momento su familia pide Justicia y en la actualidad, es la única que continúa siendo querellante.

En comunicación con Radio Casilda Adrián recordó ese día y expresó: "Yo me fui antes, pero nosotros estábamos condenados a muerte, mi hermanita falleció porque éramos el único departamento habilitado. Porque cuando rehabilitaran el servicio de gas necesitaban que alguien del departamento 3ero C este presente. La noche anterior nos obligabaron a quedarnos, porque el departamento estaba adecuado a la normativa y habilitaba a todo el edificio".

Familia Gianángelo: "Era la crónica de una muerte anunciada"

"Es tiempo de alzar la voz y exigir un sistema judicial imparcial, donde impere la justicia y no la impunidad", continúa gritando, desde Arteaga, amigos y familiares de Debí.