El último fin de semana se organizó una matinée en la ciudad. Chicas y chicos que transitan la pre adolescencia concurrieron a lo que otrora fue un histórico boliche del centro de la ciudad y allí se detectaron los típicos problemas que surgen en la nocturnidad. A uno de los menores de edad se le encontró una petaca que contenía una bebida alcohólica. No es la primera vez que sucede, dado que es parte de una problemática social vigente, aunque alarma que se dé en un rango etario que abarca desde los 11 a los 15 años.

El de los menores en la noche casildense fue un tema que se tocó en la apertura de las reuniones que realizó el Jefe de Policía, Marcelo Albornoz, en el teatro Dante. En esa oportunidad, el Intendente Juan José Sarasola admitió que la venta de alcohol en boliches y fiestas a los menores es un problema generalizado, aunque la ordenanza vigente no se cumple dado que está claro que se venden bebidas a menores de 18 años.

Una de las soluciones que se presentan desde el Estado provincial es difundir la organización de fiestas en la que se descarte de plano el consumo de alcohol. Cecilia Nieto es la titular de la Agencia de Prevención de Consumo y Tratamiento Integral de las Adicciones y contó en Radio Casilda, que este tipo de eventos surgió en los concejos de convivencia de las escuelas, dentro del Programa Lazos, en el que alumnos de nivel secundario, madres, padres y profesores charlaron en torno al alto consumo de alcohol en fiestas.

"Nosotros trabajamos mucho con el intendente de Casilda en ese sentido. Hay alternativas, no es necesario un servicio de fiestas con barra libre de alcohol para un cumpleaños de quince. Hay que poner alternativas que no están en contraposición que los chicos participen. Queremos difundirlas y promoverlas cada vez más", dijo la funcionaria.

Las fiestas sin alcohol se organizaron en San Antonio, Clason, Vera, San Genaro, Helvecia, Venado Tuerto  y hasta en nuestra región, en Carcarañá. Todas fueron un éxito en su convocatoria. No hubo una masiva deserción a los boliches porque no se expidieron bebidas alcohólicas, sino todo lo contrario. 

A Nieto no le preocupa tanto que ese tipo de bebidas sirva como puerta de entrada a una adicción de otro tipo. "No creemos que una sustancia llame al consumo de la otra, pero sí hay mucha naturalización y poca percepción de riesgo", admitió la titular de la Aprecod, que pretende que la experiencia de los eventos que supo organizar en otras localidades, también suceda en Casilda.