Fueron las mismas caras de siempre, con preocupaciones repetidas y reclamos que nadie parece querer escuchar. Unas quince personas se acercaron esta mañana al predio que la Residencia Avelino Lóttici tiene sobre la ruta 92. Pese a que recientemente se abrieron los sobres de la última licitación, la mayoría coincidió en que las autoridades competentes no están comprometidas con el caso.

“No vamos a creer más en reuniones, licitaciones, ni siquiera en los obreros. Queremos que se ponga en funcionamiento el lugar. Basta de palabras”, aseguraron los vecinos autoconvocados. Por otra parte, clamaron porque exista una guardia permanente para cuidar los elementos valiosos que todavía quedan entre las ruinas. Por ejemplo, hay un viejo tractor que se utilizada para cortar el pasto del parque que se encuentra a la intemperie.

Hace más de tres años que los abuelos fueron sacados de las instalaciones del Avelino y trasladados a una casa en la cual, en principio, sólo iban a estar ocho meses. Actualmente más de una decena de ellos siguen en esa vivienda donde deben compartir un solo baño y no tienen un patio para estar al aire libre.  

Los concejales Andrés Golosetti y Mauricio Plancich fueron algunos de los pocos funcionarios que se sumaron a la movida. También dijeron presentes, los secretarios de Educación y Cultural y Planeamiento Urbano, José Luis Rodríguez y Fernando Sambrailo, respectivamente. Justamente este último comentó que están esperando la respuesta de la Comisión de Pami, la cual evaluará la oferta de 8 millones de pesos para completar el 20% de los trabajos que supuestamente restan. El contratiempo surge a raíz de que ese monto supera ampliamente el presupuesto que había contemplado la obra social.

Lo único concreto es que si se decide dar el visto bueno a la nueva empresa constructora, el plazo de ejecución será de cuatro meses. Por tanto, los abuelos tendrán que seguir esperando, como mínimo, hasta los primeros meses de 2018.