En la continuidad del boulevard Ovidio Lagos, en dirección a Carcarañá, hace tiempo se formó un enorme basural a cielo abierto. El problema es que, en esa zona rural de la ciudad, la cantidad de residuos no para de crecer. El aire es irrespirable. El plan futuro es construir allí una planta de residuos sólidos urbanos, pero el problema es el mientras tanto. 

Hace unos cinco años, se habían realizado en el lugar pozos y cavas para enterrar allí los residuos debidamente procesados. Pero ese plan quedó literalmente tapado de basura. El desorden en el basural a cielo abierto llega a tal punto que los caminos rurales que utilizan los productores agropecuarios y los ciclistas que suelen entrenar en esa parte de la ciudad han sido invadidos por los desechos.

El agravante es que todos los días hay gente sin recursos que visita el lugar y revisa la basura para rescatar lo que otros arrojan, en un acto que pone en riesgo su salud. 

Testigos que habitualmente transitan la zona dicen ver pequeños incendios que generan humo y potencian el olor nauseabundo propio del basural. CasildaPlus.com estuvo en el mencionado sitio y pudo comprobar el deterioro del ambientes.

Esos terrenos son propiedad del Estado local e incluso los camiones que pertenecen al parque automotor del municipio se dirigen allí a depositar las bolsas de basura que, hoy por hoy, propician un ambiente tóxico e irrespirable.