La celebración de la Candelaria, cada 2 de febrero, recuerda la fuerza con la que ese nombre ha marcado nuestra historia local. ¿Cuál es el origen de esta conmemoración para nuestra región? ¿Cuál es la historia de la Virgen que tan cerca ha estado de los casildenses desde los comienzos del proyecto colonizador del que surgió la actual cabecera del Departamento Caseros?

A diferencia de lo ocurrido con otra de las colonias cuya creación resulta fundamental para entender las transformaciones operadas en Santa Fe en la segunda mitad del siglo XIX, el centro urbano de la Colonia Candelaria no traslada su nombre en forma directa, sino que es bautizado como Villa Santa Casilda. 

Ese es uno de los motivos por los cuales el topónimo Candelaria fue desapareciendo del imaginario cultural de los casildenses, a pesar que en la actualidad el nombre se mantiene para referenciar parte del distrito rural que circunda a la ciudad. 

Muy pocas instituciones y espacios aún protegen esa designación para la memoria colectiva: la E.E.S.O. Nº 417 “Colonia Candelaria”, la Estación Terminal de Ómnibus y el Centro Tradicionalista “Posta de la Candelaria”. No mucho más.

La posta de la Candelaria fue uno de los tantos establecimientos de su estilo instalados en el trayecto que unía Buenos Aires con el Alto Perú y Chile, conocido como Camino Real. Allí comienza la historia de la Imagen de la Virgen en nuestra zona, traída desde España. Al parecer por los jesuitas, quienes organizaron uno de los puestos de su estancia “San Miguel”, en la década de 1720. Colocada en uno de los ranchos de la posta para veneración de los pobladores de la zona y los viajeros que arribaban al lugar.

Por su parte, la Colonia Candelaria adopta la denominación de la antigua posta ubicada en sus cercanías, que va perdiendo su función y su vitalidad al ritmo del avance de la red ferroviaria. Como se dijo anteriormente, en su seno nace Villa Santa Casilda como centro de poblamiento urbano, convertido después en Villa Casilda y, desde 1907, en la ciudad que hoy habitamos.

En Casilda, la histórica Imagen conocida ya en el siglo XVIII se conserva en la Iglesia Parroquial “San Pedro Apóstol” desde 1971